Cuidemos al talento del futuro
- José Leonardo Lozada
- 7 jun
- 4 Min. de lectura

Hace varios días finalizó la Conmebol Sub 17 Femenina, donde Paraguay levantó por primera vez el título de campeón, dando una muestra de fútbol practico. Con buenos planteamientos a nivel táctico – defensivo y contundencia en ataque que lo hizo merecedor del campeonato.
Durante la fase final del torneo tuve la posibilidad de compartir con varios colegas de diversos medios de fútbol femenino, donde abordamos el tema que tiene que ver con el manejo de las carreras a futuro de las atletas que apenas están iniciando su vida deportiva.

Quiero comenzar por resaltar algunas jugadoras que destacaron en este torneo desde un gusto personal. La paraguaya Claudia Martínez fue la gran figura con los 10 goles anotados, también podemos agregar a la colombiana María Baldovino que marcó 7 tantos. Jugadoras con características diferentes, pero con algo en común, el olfato goleador.
La brasileña Evelin fue otra de las futbolistas que se destacó, al igual que la ecuatoriana Mary Guerra o las chilenas Isidora Flores, Amaral Farías y Nicole Carter. Por mencionar una corta lista.
Cuidado con los agentes
Uno de los aspectos que llama la atención es como las jugadoras pueden ver truncados sus procesos de formación personales y futbolísticos por la llegada de los agentes. La mayoría de jugadoras son jóvenes de 15, 16 años que deben tener su desarrollo de clubes hasta la categoría sub 20. Estamos hablando de 4 o 5 años donde van a estar en capacidades para dar el salto al exterior. Personalmente pienso que las futbolistas no deberían tener representantes sino hasta los 19 o 20 años. La carrera con buen cuidado puede durar 15, 17 años.
Muchas veces los agentes les prometen a las jugadoras que van estar en los clubes más importantes para convencerlas de firmar con ellos. Otras veces, no hacen un trabajo integro de apoyar a las jugadoras desde un enfoque humano, descuidándolas y generando que ellas no alcancen el máximo rendimiento. También es cierto que no todos son iguales y hay agentes que quieren dar manejo de manera muy correcta a sus representadas.
Otro detalle tiene que ver con los lugares exóticos donde mueven a las jugadoras. Muchas veces las mandan a países como Georgia, Grecia, Turquía, Israel entre otros. Sin poner en consideración las barreras que puede haber en esos países, desde el idioma hasta los impagos o el machismo que sufren. Hace un tiempo varias jugadoras colombianas fueron al mismo club de Turquía y el resultado fue desastroso para ellas como seres humanos, incluso una de ellas perdió las ganas de jugar al fútbol por el maltrato recibido en ese país y se alejó de las canchas. Pienso que esa migración va a disminuir cuando las jugadoras tengan unas condiciones dignas en el país, entiendo que muchas veces hay necesidades de por medio y que por eso van a esos países.
Es importante poner en contexto que la FIFA tiene un listado de representantes que cumplen con requisitos para ejercer la profesión, esto para cuidar a las deportistas de aquellos que quieren solo hacer dinero a sus espaldas.

Por unos padres con conciencia
Otra de las variables que me gustaría exponer sobre este tema tiene que ver con los padres, que en muchas oportunidades sobrecargan de manera psicológica a sus hijas sin ninguna necesidad. Además, muchos de ellos viven en un mundo de fantasías, pensando que sus hijas antes de la mayoría de edad ya tienen que estar jugando en las ligas más importantes del mundo.
Me enteré de un caso relacionado con una de las futbolistas de la Selección Colombia. Los padres recibieron un acercamiento por parte de un agente que manifestó querer representar a su hija. Sin embargo, desestimaron la oportunidad exponiendo que querían que su hija se fuese a jugar inmediatamente a Europa o a Estados Unidos a través de una beca. Los padres deben ser conscientes que todo es un proceso y para llegar allí debe haber un buen rendimiento deportivo constante, salvo casos específicos como el de Linda Caicedo y su fichaje por el Real Madrid.
Hay padres que tienen buen poder adquisitivo. Sin embargo, el hecho de tener dinero no quiere decir que sus hijas vayan a jugar en el Barcelona, en el Chelsea, Olympique de Lyon o cualquier otro equipo de las grandes ligas de Europa. Esto es sencillo, si la futbolista no tiene las capacidades no va a llegar a las mejores ligas, porque allá eso no se maneja con dinero como se hace en nuestro continente, allá son muy serios.
Por último, me gustaría dejar una reflexión. Hay que elegir bien a los agentes que van a representar a las jugadoras, analizar cómo trabajan, si están atentos a todos los detalles, porque detrás de cada atleta hay un ser humano al que hay que apoyar. Hablando de apoyo, a los padres les aconsejo que brinden a sus hijas todo el amor que solamente los padres saben dar, no las vean como un cajero automático o una posibilidad de escape a nivel económico, los buenos hijos recompensan solos a los buenos padres.
Hasta la próxima y que estén muy bien.
José Leonardo Lozada - @pep_lozada
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