"Quiero ser campeona con San Lorenzo de Almagro": Naila Imbachí.
- FF Colombia
- 17 ago 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 24 ago 2020
Escrito por: Lorena Montaño.

Naila Imbachí es una de nuestras referentes en el fútbol femenino en Colombia. El camino que ha labrado a lo largo de su carrera lo ha hecho con sacrificio, sudor, pero sobre todo acompañada de su familia que siempre la ha apoyado.
Sus inicios no fueron fáciles como el de la mayoría de mujeres que intentan hacer un nombre en este deporte, y más cuando hace 20 años el fútbol femenino no tenía el “reconocimiento” como lo puede tener ahora, o al menos no teniendo tantos obstáculos en el camino.
“Gracias a Dios he tenido la fortuna de contar con una familia que me apoyó y me apoya incondicionalmente, la gente... me encontraba con lo típico, los más cercanos me apoyaron y me motivaban a seguir y otros que no toleraban la idea, ideales y creencias totalmente diferentes y que se respetan”.
A pesar de los prejuicios que pudo vivir en ese momento, Naila no bajó los brazos y tras su lucha constante logró convertirse en la primera jugadora colombiana en llegar a Europa, exactamente al Valladolid de España, donde pudo demostrar su talento en el futsal.
Ella es de esas pocas jugadoras que han tenido el placer y la oportunidad de representar al país en tres modalidades de fútbol: campo, futsal y fútbol de salón; recorriendo ciudades y países para poder cumplir sus sueños como jugadora.
“A las tres las valoro mucho y les agradezco porque he vivido momentos increíbles, también porque en ellas he conocido personas maravillosas que hoy en día hacen parte de mi vida de una manera incondicional, pero en cuanto a gustarme más me quedo con futsal, en esta modalidad he logrado los mejores triunfos en mi carrera deportiva. Como experiencia creo que son complementarias, cada modalidad tiene elementos que te pueden aportar para mejorar tus condiciones y por ende tu rendimiento, aunque confieso que cuando llevaba mucho tiempo jugando fútsal o fútbol de salón me costaba mucho pasar a fútbol”.

Hace un año hizo parte de la selección Colombia futsal en la Copa América, donde fue la capitana del equipo. A pesar de no tener el tiempo de preparación que quizá otras selecciones si tuvieron, obtuvieron la medalla de bronce, por eso la satisfacción al final del partido fue diferente, “Al ganar el partido por la medalla de bronce sentí tranquilidad; Paraguay venía siendo el equipo que nos complicaba siempre, llevábamos 3 encuentros empatados con ellas y muy difíciles de vencer, en particular ese partido con las dificultades que se presentaron en los últimos minutos, al final fue gratificante poder ganar esa medalla con todas las adversidades que tuvimos en preparación”.
El futsal a pesar de darle al país muchas alegrías, no ha tenido el reconocimiento que se merece, “Creo que al ser una modalidad que no hace parte de Juegos Olímpicos tendemos a quedar relegados y por ende nuestras participaciones en los torneos internacionales para la federación son solo por cumplir y que no los sancionen, no debería ser así pues las delegaciones (cuerpo técnico y deportistas) que viajan siempre obtienen buenos resultados dejando muy bien posicionado nuestro país y la federación. Queremos cambiar eso y que el futsal sea más fuerte a nivel administrativo para que sigan apoyando los procesos de formación y podamos mantener la posición que hemos logrado a nivel internacional, seguimos buscando un mejor trato a nuestras selecciones”.
Su actualidad está a unas horas de Colombia, exactamente en el país ‘gaucho’, lugar donde el futsal es mucho más respetado y tiene a parte de su torneo anual, la Copa Argentina, la Super Copa y la eliminatoria a Libertadores. Naila hace parte del club San Lorenzo de Almagro, pero lastimosamente solo pude jugar en 2 partidos antes que se suspendiera el campeonato por la pandemia.
“Uno de los motivos fue conocer el país, siempre quise venir a Argentina, otro aspecto es la estabilidad y tranquilidad económica que te da un contrato largo y por otra parte el seguir creciendo en lo personal, deportivo y profesional con el deporte que tanto me gusta y que tanto disfruto practicarlo”.
Ellas siguen entrenando virtualmente hasta nueva orden, el club ha cumplido con lo pactado y está tranquila por ello. No se sabe si se reactivará el torneo, todo dependerá de la curva de contagios, de lo único que tienen conocimiento es que el primer semestre quedó terminado.
Su objetivo es ser campeona y cree tener la oportunidad de lograrlo, ya como ocurrió con Liseth Camacho quien también pasó por este club hace algunos años y logró alzar la copa de campeona.
Muchos recuerdan a Naila por sus pasos exitosos por América de Cali e Independiente Medellín Formas Íntimas, en este último llegó a la gran final y se quedaron con el subcampeonato; el significado que producen estos nombres para ella es importante y especial.

“Mi primer y último equipo en la liga femenina colombiana, América agradecimiento porque me brindó la oportunidad de cumplir ese sueño que de niña pequeña te imaginas jugando en el equipo que eres hincha y que toda tu familia también lo es; Formas Íntimas admiración, cariño y gratitud por las personas que siempre tienen los brazos abiertos para recibirme, esté donde esté”.

La liga Colombiana es de amor y odios, pero la realidad es que a pesar que le coloquen el rótulo de profesional, no lo es, y así mismo lo piensa Naila:
“Creo que nos falta en todos los aspectos, desde lo administrativo hasta lo deportivo, en lo administrativo nos falta estructura, planeación y gestión, en lo deportivo nos falta ser deportistas profesionales y lo que eso implica en cuanto a entrenamiento físico y mental, alimentación, formación y cuidado personal, no solo se es deportista profesional los 3 meses que dura el torneo, nuestro trabajo requiere de compromiso para trabajar más así no haya torneo, pero considero que se vienen realizando avances importantes de los actores implicados, así que la invitación es a que unamos esfuerzos para seguir construyendo la liga que soñamos”.

Aún no piensa retirarse, todavía tiene gasolina para jugar un par de campeonatos más y seguir siendo esa guía para muchas jugadoras que vienen detrás ella y la ven como referente; aunque no descarta en dedicarse a la dirección técnica cuando llegue el momento de ‘colgar los guayos’, eso sí, le gustaría retirar en el equipo que le abrió las puertas cuando se fue a vivir a Medellín, Molino Viejo, esto cuando haga alianza para ser profesional en Colombia.
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